Los casos de enfermedad súbita cuyos síntomas, aparentes o reales, hacen sospechar que circunstancias que amenazan la vida significan que para el socorrista la inexcusable necesidad de adoptar soluciones rápidas y no omitir nada para aliviar la intranquilidad y preocupación, tanto del paciente como de sus familiares.
En las enfermedades cardio-vasculares sabemos de crisis en todos sus grados, desde molestias de palpitaciones con arritmia, hasta los mas intensos dolores cardíacos, con sensación de muerte inminente. También hay que mencionar los dolores súbitos de vientre con vómitos y contractura de la pared abdominal, especialmente en el caso del llamado "vientre en tabla" así como todas las clases de hemorragias internas. Puede presentarse también un proceso inflamatorio o maligno de la cavidad abdominal, una perforación u obstrucción intestinal. Del mismo modo pueden tomarse por dolores abdominales cualesquiera otros que afecten a órganos vecinos, pero que se irradien al vientre, como es el caso de los dolores que produce el infarto de miocardio.
Toda esta serie de dolencias, que a veces suelen ir acompañados de pérdida del conocimiento, harán abstenerse al socorrista de adoptar medidas por su cuenta, limitándose
a comprobar que, en efecto, la situación es grave. De dicha gravedad pueden dar fe la Hipertermia, lengua seca, taquicardia, taquiamnea y, sobre todo, la pérdida del conocimiento.
- Para citar una lectura de conocimiento acerca de las causas actuales de infarto al miocardio, les presento esta lectura: ¿Porqué los animales no sufren infartos y el hombre si?
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