martes, 21 de enero de 2014

Signo de Babinski

 La presencia de una respuesta plantar extensora recibe el nombre de signo de Babinski; este reflejo aparece con alguno de los cuatro componentes: 
  • Dorsiflexión del dedo gordo
  • Abanico de los dedos de los pies
  • Dorsiflexión del tobillo
  • Así como flexión de la rodilla y el muslo.















Reflejos dérmicos y signos de la vía piramidal. 
  • A. Reflejos de la piel del abdomen: Coloque al individuo en posición supina, relajado, con los brazos a los lados y las rodillas ligeramente flexionadas. Use un alfiler (nuevo) para estimular la piel sobre la región baja de la caja torácica desde la línea media axilar hasta la línea media. Observe si hay  contracción del mismo lado de los músculos en la pared abdominal a nivel del epigastrio. Cuando es imposible visualizar las contracciones musculares, busque desviación umbilical hacia el lado estimulado. En personas muy obesas, retraiga el ombligo hacia el lado opuesto para sentir cómo se jala hacia el lado de la estimulación.
  • B. Reflejo cremasteriano: En varones, estimule la cara interna del muslo desde el pliegue inguinal hacia abajo (fig. 14-8B). Normalmente, esto produce contracción del cremáster con rápida elevación de los testículos en el mismo lado. Una elevación lenta e irregular de dichos órganos es resultado de contracción muscular en el músculo dartos y no constituye la respuesta refleja.
  • C. Clono del tobillo: con el individuo en posición supina, eleve la rodilla en una ligera flexión con los músculos relajados. Sujete el pie y sacúdalo en dorsiflexión, después sosténgalo en una ligera tensión en esa dirección. En una respuesta positiva, el pie reacciona con varios ciclos de dorsiflexión donde alterna con flexión plantar. El movimiento puede desaparecer en pocos ciclos (clono no sostenido) o puede persistir durante el tiempo que se mantenga la tensión (clono sostenido).
  • D. Signo de Babinski: Sujete el tobillo del sujeto con su mano izquierda. Con un objeto romo y presión moderada, golpee la planta cerca del borde externo, a partir del talón hacia las cabezas metatarsianas, donde la trayectoria debe dirigirse hacia el interior, siguiendo las bases de los dedos de los pies (fig. 14-8D). Para obtener el estímulo, utilice un hisopo de madera, el extremo de un abatelenguas o el borde romo de un martillo de reflejos. Si no se observa respuesta, deberá usar un alfiler ya que se trata de un reflejo nociceptivo. De modo normal, esto genera una flexión plantar de los pies y, a menudo, todo el pie responde con flexión plantar. 

Biografia: "DeGowin Examen Diagnóstico" Novena edición pag. 696

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